Por José Luis de la Calva
Cuando los Estados Unidos de Norteamérica buscaba sigilosamente al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, este tenia un «Plan de Ataque» terrorista en marcha.
Este plan no lo pudo ejecutar, ya que fue abatido por los Navy Seals norteamericanos en mayo de 2011, gracias a la operación llevada a cabo en la ciudad paquistaní de Abbottabad, donde Bin Laden llevaba un tiempo escondido en una guarida secreta.
Según documentos desclasificados por Washington, el líder terrorista planeaba concretar una tregua con Pakistán e incluso con grupos yihadistas que surgieron a raíz de la Primavera Árabe.
En los expedientes revelados por The Washington Post, el multimillonario saudita instaba a su asesor Atiyah Al Rahman a poner más atención sobre el cambio climático en zonas como Somalía, un lugar clave para el reclutamiento de combatientes.
A su vez, también proponía enviar a militantes de Al Qaeda a universidades para instruirse en tecnologías de avanzada.
«Estamos actualmente siguiendo las revoluciones árabes y los cambios que están ocurriendo en los países árabes», explicaba Al Rahman, quien hacía hincapié básicamente en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Siria.
En otro mensaje enviado a su jefe, informaba que había movilizado a operativos de la red terrorista a Libia, donde había «un renacimiento yihadista en curso».
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